Una torre en movimiento.
La arquitectura es cosa de arte, un fenómeno de emociones, que queda fuera y más allá de las cuestiones constructivas. El propósito de la construcción es mantener las cosas juntas y el de la arquitectura es deleitarnos.
Esta fue una de las muchas premisas que dejó el arquitecto Le Corbusier, el más influyente del Siglo XX, pues cambió la forma de concebir la construcción.
Son muchos los arquitectos que en el mundo, pensando en continuar su legado o sin proponérselo, sorprenden con proyectos que parecen sacados de una película de ficción.
Por ejemplo, ¿ha pensado alguna vez que podría desayunar mirando la salida del sol, almorzar observando el mar abierto y cenar con vista a las luces de la ciudad? Eso no tendría nada del otro mundo, de hecho, muchos tienen ese privilegio, si así lo desean. Pero es que todo esto se puede hacer desde un mismo lugar de una edificación, sin cambiarse de sitio.
Esta maravilla es posible gracias a David Fisher, creador de la innovadora ‘arquitectura dinámica’, quien estará en Cali contando cómo hace para que sus torres se muevan como un ringlete.
Será durante el Encuentro Internacional de Innovación y Avances Tecnológicos, Tecnoconstrucción, que realiza la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, en el Centro de Eventos Valle del Pacífico, del 5 al 7 de noviembre.
Su revolucionaria Torre Dinámica es el primer edificio del mundo en movimiento, que desafía los conceptos tradicionales de la construcción. Adicionalmente, anuncia una nueva era de la arquitectura, convirtiéndose en el símbolo de una nueva filosofía que cambiará el aspecto de las ciudades y su concepto de vida.
Cada piso gira independientemente a diferentes velocidades, en distintas direcciones, lo que resulta en una forma única y en constante evolución, y la introducción de una cuarta dimensión de la arquitectura: el tiempo.
La forma de la torre será determinada por la dirección de rotación de cada piso, la velocidad (será de entre 60 minutos y 24 horas para una revolución), la aceleración y el momento; es decir cómo cada piso gira en comparación del otro.
Los residentes que sean propietarios de toda la planta, serán capaces de controlar la velocidad y dirección de rotación por el comando de voz.
Los pisos serán comandados por el arquitecto, por el alcalde o quien tenga la contraseña del programa que le dará al edificio una forma diferente en cada mirada.
Para Fisher, de origen italiano, “la vida moderna es dinámica, por lo que el espacio en que vivimos debe ser también dinámico y adaptable a nuestras necesidades que cambian constantemente, a nuestro concepto de diseño y a nuestro estado de ánimo”.
Considerando que cada piso podrá girar individualmente, la forma del conjunto cambiará continuamente. Las plantas de los edificios podrán tener cualquier disposición y dada la rotación de cada piso en momentos diferentes y con varias velocidades, resultarán formas completamente distintas.
Esta obra monumental es el primer rascacielos ensamblado en su totalidad en una fábrica de piezas prefabricadas, lo que ofrece muchas de las ventajas de cualquier producto industrial moderno: la conservación de la energía, lo que reduce el tiempo de construcción y la reducción de costos.
La buena noticia para los caleños la da Fisher, al decir que “estos edificios serán diseñados por todos nosotros, en cualquier momento, y serán moldeados de acuerdo con nuestras necesidades, nuestros conceptos de diseño y muy importante, nuestros estados de ánimo – como una expresión de libertad, comenzando, por primera vez en la historia, a controlar la forma de nuestras casas y ciudades”.
Y desde ya habrá que saber que este tipo de edificios crearán una manera diferente de ver las propiedades inmobiliarias, pues en todas las lenguas latinas, el mundo de ‘bienes inmuebles’ tiene un significado de ‘una propiedad inmóvil’.
Pero con la Torre Dinámica de David Fisher, esta palabra quizá deba ser modificada en el diccionario.
sobre su obra
Para David Fisher, los edificios dinámicos seguirán los ritmos de la naturaleza, el cambio de su dirección y forma, minuto a minuto, desde el amanecer hasta la puesta de sol, de una temporada a otra.
“Desde ahora los edificios estarán vivos, creando una cuarta dimensión del tiempo, para convertirse en parte de la nueva arquitectura, transformando la forma de los horizontes del mundo”. La Torre Dinámica representa el futuro de la tecnología de la construcción, dando lugar a una nueva era de vida que beneficia al hombre y a la naturaleza.