Primero organice su bolsillo
Adquirir vivienda es algo que implica necesariamente hacer una serie de ajustes económicos, que bien valen la pena cuando se trata de pasar de inquilino a dueño de casa.
Mirar qué ahorros se tienen en el banco, retirar las cesantías, limitar gastos, privarse por un tiempo de viajes y otros gustos y no excederse con las tarjetas de crédito son algunas de las estrategias a aplicar. Pero el mejor momento para llevar a cabo este proyecto, sin duda, es cuando la persona tiene un empleo fijo o cuando es independiente y sus ingresos son estables, lo cual será un buen indicador para dar el gran paso.
Entonces debe establecer cuáles son sus ingresos mensuales o los del grupo familiar (en caso de que la compra la haga en compañía de alguien) y también cuánto suman los gastos, incluidas las deudas, aunque es mejor que las cancele antes.
Así podrá controlar sus finanzas, “pues cualquier desbalance afectará su presupuesto”, explica Hugo Alejandro Salazar, vicepresidente de la junta directiva de la Lonja de Propiedad Raíz de Cali y Valle del Cauca, al recordar que hay que destinar dinero extra para cubrir imprevistos, porque se pueden presentar gastos inesperados.
Créditos, subsidios e incentivos
Una vez definida su capacidad de endeudamiento y de pago, es probable que requiera un crédito hipotecario, en cuyo caso el banco no le prestará el 100% del valor del inmueble. Por eso, deberá tener a la mano una cuota inicial del 30% del valor o del 20%, si se trata de una Vivienda de Interés Social, VIS.
“Si la vivienda es nueva (en proyecto), podrá pagar a plazos la cuota inicial, dependiendo de cuánto dure el proyecto en preventa y obra inicial. Este tiempo puede ir desde los 6 hasta los 36 meses, aproximadamente, ventaja que no ofrece un inmueble usado”, enfatiza Salazar.
En cuanto al préstamo, asegúrese antes de no estar reportado en una central de riesgo para que no le rechacen la solicitud.
Por otro lado, “lo ideal es consultar varias entidades bancarias para elegir la mejor tasa de interés, sugieren expertos del Banco Colpatria, quienes aclaran que si desea cancelar siempre una cuota fija, debe elegir pagarla en pesos, pues existe otra opción llamada UVR, la cual depende del costo de vida. Es decir, que será variable, lo cual podría afectar el presupuesto destinado para esa obligación mensual.
Si una vez definido el monto de las cuotas mensuales se da cuenta de que no las puede cubrir, considere replantear sus expectativas con respecto al valor de la vivienda a la que aspira, porque mientras más alto sea su valor, los pagos también serán mayores.
Tenga en cuenta que los bancos ofrecen cuentas de ahorro programado, las cuales tienen el objetivo que pueda postularse para un subsidio de vivienda otorgado por el Gobierno, a través de las Cajas de Compensación Familiar o Fonvivienda.
Incluso, si a futuro tiene planes de comprar casa, es bueno ganar tiempo y desde ya ir abriendo dicha cuenta.
También puede preguntar si usted o su grupo familiar aplican a programas como ‘Mi casa ya’, que subsidia tanto el valor de la vivienda, como la tasa de interés del crédito.
Asimismo, algunos bancos les ofrecen incentivos económicos a los clientes que prestan dinero para comprar vivienda en un proyecto amigable con el medio ambiente, así que si ese es su caso, esto será una ayuda para sus finanzas.