Los efectos del agua y el sol
El sol y la lluvia son los factores ambientales que más daños pueden generar en el exterior y el interior de una vivienda. Así lo asegura la arquitecta Olga Lucía Montoya, docente del programa de Arquitectura de la Universidad San Buenaventura.
La docente aconseja que para prevenir los daños ocasionados por las lluvias se hagan impermeabilizaciones periódicas y se usen las cubiertas indicadas, como los techos amplios que recogen el agua por medio de canales”, comenta.
Por su parte, el arquitecto Diego Fernando Gómez, asegura que otro de los daños causados por la lluvia en las estructuras de una edificación es que se pueden oxidar los aceros, por lo cual siempre se busca que queden impermeables.
¿Cuándo impermeabilizar?
En muros, las impermeabilizaciones se deben hacer cada uno o dos años.
En lozas, se tiene que analizar si está expuesta al sol o no y si tiene un alto tránsito.
Pero en cualquier caso lo mejor siempre es hacer un mantenimiento preventivo.
Cómo afecta el sol
El sol es uno de los factores más importantes al momento de diseñar una edificación. “Los estudios que se hacen en climas tropicales indican que el 50% de la radiación solar llega a las superficies horizontales, es decir, a las cubiertas y las terrazas, elementos de mayor exposición al sol”, advierte Montoya.
Lo primero que se debe trabajar para que no hayan ganancias de calor al interior de una casa es aislar térmicamente la cubierta para evitar que el calor que se gana por radiación del sol llegue al interior del espacio.
Y en segundo lugar hay que tener en cuenta los factores climáticos de cada ciudad. En Cali, por ejemplo, hay que considerar que todo el año todas las fachadas reciben sol, por lo que se debe trabajar en el ‘sombreo’, que busca evitar que el sol le llegue en forma directa a una superficie.
Hay muchos elementos de fachada, como los toldos, los quiebrasoles y las persianas, que no son tan costosos y pueden darle sombreo a las viviendas, al igual que la vegetación, los muros o fachadas verdes.