Humedad en paredes y techos, soluciones prácticas

La humedad en paredes y techos es uno de los problemas más comunes en viviendas ubicadas en zonas con alta pluviosidad o mala ventilación. Si bien puede parecer solo una molestia estética, su impacto va más allá: deteriora la estructura, afecta la pintura, favorece la proliferación de hongos y puede desencadenar afecciones respiratorias. Por fortuna, existen soluciones efectivas que, aplicadas a tiempo, pueden prevenir daños mayores y garantizar el bienestar de quienes habitan los espacios.
Según el blog especializado de Sika Colombia, una de las primeras recomendaciones es identificar el origen del problema; si proviene del exterior, por filtración de agua lluvia; desde el suelo, por capilaridad ascendente; o si se trata de humedad por condensación. Cada tipo tiene un tratamiento diferente y requiere productos específicos.
Por ejemplo, en el caso de la humedad por filtración, el uso de impermeabilizantes acrílicos o elastoméricos en techos y fachadas resulta eficaz. Estos materiales, como lo explica el portal Construrama, forman una capa protectora que bloquea el ingreso de agua sin afectar la transpirabilidad del muro. Se recomienda aplicarlos en temporada seca y con la superficie previamente limpia.
En cuanto a la humedad por capilaridad, muy común en construcciones antiguas o en zonas con alto nivel freático, la solución más adecuada es la instalación de barreras químicas o físicas. De acuerdo con un artículo de la revista académica Construction and Building Materials, la inyección de resinas hidrófugas en la base de los muros ayuda a cortar el ascenso de la humedad, mientras que el uso de aditivos impermeabilizantes en revoques o morteros garantiza una protección adicional.
En casos de condensación, causada por el contraste de temperaturas y la falta de ventilación, los expertos recomiendan mejorar la circulación del aire e instalar deshumidificadores. El sitio Habitissimo sugiere además el uso de pinturas antimoho con agentes fúngicos, ideales para baños, cocinas y espacios cerrados.
Para aplicar estas soluciones de forma efectiva, es importante considerar también las recomendaciones de mantenimiento. Como señala un informe del Instituto de la Construcción de Chile, revisar periódicamente el estado de techos, bajantes, juntas y canaletas es clave para prevenir filtraciones. Asimismo, sellar fisuras a tiempo y aplicar productos impermeabilizantes cada cinco años puede evitar que el problema reaparezca.
Además de los materiales, contar con mano de obra especializada marca la diferencia. “Muchas veces el error no está en el producto, sino en la forma en que se aplica. Por eso es clave asesorarse con expertos y seguir las instrucciones del fabricante”, afirma una nota técnica publicada en el blog de Pintuco.
En el mercado actual existe una amplia oferta de soluciones integrales que van desde membranas líquidas hasta sistemas multilayer para terrazas transitables. Sin embargo, los profesionales coinciden en que no hay fórmulas mágicas: cada diagnóstico debe ser personalizado, según el tipo de construcción, el clima y la historia de mantenimiento del inmueble.
Así, enfrentar la humedad no solo es una medida estética, sino una inversión en la salud estructural del hogar y en la calidad de vida de sus ocupantes. Identificar a tiempo los signos de humedad —como manchas oscuras, olor a moho o pintura descascarada— es el primer paso para aplicar soluciones duraderas y efectivas.