Habitación infantil, un lugar especial
La habitación para los niños, además de ser el espacio destinado para que descansen, también se convierte en el lugar dónde juegan y donde recrean su mundo, de ahí la importancia de que sea seguro y tenga una iluminación apropiada. La luz del cuarto es indispensable para estimular el aprendizaje, los juegos y el buen dormir de los pequeños del hogar.
No se trata de instalar una sola bombilla en el techo, es necesario tener en cuenta todos los espacios que tiene el lugar para así darle un ambiente más acogedor al menor, y sobre todo pensar en las actividades que allí van a realizar. Por ejemplo, si hay un lugar destinado a los juguetes y juegos didácticos, es necesario que tenga una luz especial para ello.
Igual sucede con el área de estudio, si en la habitación ha dejado un espacio para el escritorio, es necesario que éste tenga su propia lámpara, para que el niño se sienta cómodo y realice sus tareas en el ambiente adecuado.
Por tal motivo, lo recomendable es que en el dormitorio se pueda regular la intensidad de la luz, lo cual se logra cambiando el interruptor de encendido por un dimmer. Esto permitirá modificar la luz cuando así se requiera, por ejemplo, en las noches cuando el pequeño no pueda conciliar el sueño, se puede dejar el lugar con una luz tenue.
Igualmente, el foco debe estar instalado sobre el techo de la habitación para que ilumine todo el espacio. Se aconseja que ese foco sea dirigible para que recree varios ambientes en un sólo lugar.
Es importante también que la habitación de los más pequeños de la casa tengan buena ventilación y luz natural.
Recomendaciones adicionales
- Instalar un foco al lado de la cama: permitirá al infante encenderlo en momentos que sienta miedo. Debe ser tenue y estar dispuesta para que el menor la manipule en cualquier momento. Su ubicación debe ser al lado de la cama y a la altura de la misma. Ella puede dejarse encendida mientras el niño concilia el sueño. No olvide esconder o tapar los cables de las lámparas así evita un accidente.
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Luz en la cabecera: siempre es necesario instalar una luz en la cabecera de la cama del infante, con el fin de facilitar las lecturas de cuentos a la hora de acostarse. Debe estar bien sujetada a la pared para que el niño no la pueda manipular. Esta luz le brinda seguridad en caso de que él lo requiera.
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Juegos y estudio: una lámpara en el área destinada al juego y otra en el escritorio de las tareas estimulará al infante a desarrollar actividades motrices. La luz directa al escritorio le permitirá estar atento a las actividades escolares, así como a los juegos didácticos, no perderá la atención fácilmente.