Detalles que atraen y hacen la diferencia
Tener que elegir entre una casa y un apartamento al momento de adquirir vivienda no es nada fácil.
Sobre todo, teniendo en cuenta que ambos tipos de inmueble encierran características particulares, que atraen a diferentes tipos de compradores, dependiendo de sus gustos y necesidades. Ventajas y desventajas de cada propiedad.
Seguridad: un apartamento ubicado en una unidad residencial o un condominio brinda la tranquilidad de saber que se puede salir o irse de viaje, sin tanto riesgo de hurto. La ventaja es que por el pago de la cuota de administración se accede a beneficios como vigilancia las 24 horas.
Lo que no ocurre en una vivienda independiente, donde solo si los vecinos lo acuerdan, le pagan a un vigilante que realiza rondas en el barrio, más no garantiza en un 100% la seguridad de los residentes, porque ni siquiera tiene entrenamiento para ello.
Rentabilidad: muchos consideran que la mejor inversión es comprar casa, ya que si se quiere puede hacerle remodelaciones o construir uno o más pisos. Posibilidades que no brinda un apartamento o copropiedad, en la que solo es posible hacer ciertos enlucimientos externos, que además deben estar a tono con el resto de la unidad o condominio, y en el interior, no se pueden hacer reformas como tumbar ciertas paredes, a riesgo de afectar la estructura.
Vecinos: dependiendo del sector, así como del uso del suelo que rige en el barrio, quien vive en una casa corre el riesgo que sus alrededores sean invadidos por negocios como bares y restaurantes, que generan ruido y otras molestias, que empiezan a deteriorar la tranquilidad de la zona y por consiguiente, el predio se desvaloriza.
Por ello, hay que tener en cuenta que el valor de una propiedad está asociado a factores como la seguridad, pues entre mayor riesgo, el valor del inmueble tiende a disminuir. Por citar un caso, cuando hay consumo de alucinógenos, se incrementan los riesgos y el valor de la tierra empieza a bajar.
Amplitud del espacio: disponer de un jardín exterior es una de las motivaciones para habitar una vivienda individual, que también permite tener mascotas de razas grandes, gracias a sus espacios más amplios.
Tener un animal en un apartamento implica no solo generarle ruido a los vecinos, sino incomodidad y malos olores para los propietarios.