Consejos para iluminar su casa
04-03-2017 |
La luz natural y artificial se ha convertido en todo un concepto al interior de los espacios. Ha evolucionado hasta hacer parte fundamental del confort de los usuarios.
En los hogares y oficinas la iluminación es fundamental para ambientar los espacios, pero hay que hacer la salvedad, este no es un tema meramente estético. El ojo humano necesita contar en cada espacio con la luz adecuada para su óptimo desempeño. Por ello, con la ayuda de expertos de Schneider Electric, a continuación brindamos algunos consejos:
Use luz de calidad. Se dice que la luz artificial es de calidad cuando contiene solo la radiación electromagnética visible, la que no incluye la luz ultravioleta, que tanto incomoda al ojo humano y que le hace daño a la salud. Las lámparas son fuentes de luz artificial que emiten radiación electromagnética, por ello se recomienda el uso de lámparas de luz cálida (temperatura de color inferior a 3000 K) y de espectro comprendido entre los 440 y los 780 nanómetros.
Evada la luz contaminada. No toda la radiación que emite una lámpara es luz, también puede emitir otro tipo de radiaciones como la ultravioleta o la infrarroja. El espectro electromagnético de emisión de una lámpara permite valorar la calidad de la luz que emite y se considera que las emisiones en el espectro ultravioleta, además de ser inútiles para la vista, perjudican el ojo humano. Además, producen un importante impacto ambiental que altera de manera significativa el ciclo vital de algunos animales y plantas sensibles a este rango espectral.
Utilice la luz precisa. Cada actividad requiere de una luz determinada. Por ejemplo, en los estudios, cocinas o espacios destinados para ver televisión no se recomienda usar la misma cantidad de luz. Además, al regular la intensidad de la iluminación creará un ambiente diferente.
Focalice la iluminación. En las lámparas, la pantalla debe dirigir la luz hacia la zona que quiere iluminarse, para aprovechar toda la luz emitida. Evite que haya emisión sobrante.
Impida el deslumbramiento. Una luz demasiado viva ofusca la vista, puede provocar confusión, malestar, incapacidad para distinguir objetos e incluso momentos de ceguera. Si utiliza luz de calidad, diríjala al sitio donde la necesita y en la cantidad precisa.
Ahorre energía. Es maravilloso que, a lo largo de la noche, cuando no hay luz natural, las personas puedan continuar la actividad gracias a la luz artificial, pero recuerde encender solo las luces necesarias.