Cómo elegir pinturas resistentes al sol y la humedad: una guía para acertar en casa

A la hora de renovar los muros de una vivienda en climas tropicales o con alta exposición al sol, la elección de la pintura es más que una decisión estética: es una inversión en protección y durabilidad. Las condiciones del clima colombiano —con humedad persistente en algunas regiones y radiación solar intensa en otras— obligan a buscar productos formulados para resistir ambos factores sin perder color ni adherencia.

De acuerdo con Sherwin-Williams, las pinturas con base 100 % acrílica son las más recomendadas para exteriores porque mantienen su elasticidad ante los cambios de temperatura, resisten la formación de hongos y ofrecen una buena retención del color. En su línea Duration® Exterior Acrylic Latex, la compañía destaca que el polímero acrílico actúa como una barrera flexible y transpirable, evitando el ingreso de humedad y permitiendo que las paredes “respiren”.

En la misma línea, Benjamin Moore señala que las pinturas acrílicas de alta calidad ofrecen mejor resistencia al amarillamiento y a la decoloración por radiación UV, además de mayor facilidad de limpieza. En su guía técnica para ambientes húmedos, la marca recomienda productos de su serie Aura® Bath & Spa, con aditivos antimicrobianos que previenen la aparición de moho, ideales para baños, cocinas y zonas de lavado.

Por su parte, PPG Paints explica en su blog técnico que las pinturas elastoméricas —una versión avanzada de las acrílicas— son especialmente eficaces para fachadas con microfisuras o muros expuestos a lluvias frecuentes. Su composición les permite “puentear” pequeñas grietas y crear una película impermeable, protegiendo la superficie de filtraciones. Estas formulaciones, según la compañía, pueden estirarse hasta un 300% sin agrietarse.

En cuanto a resistencia al desgaste por radiación solar, el portal Consumer Reports comparó el rendimiento de diversas pinturas exteriores sometidas a pruebas aceleradas de intemperie. El estudio concluye que las líneas 100% acrílicas mantienen mejor su brillo y color después de más de 1.000 horas de exposición UV en laboratorio, frente a los productos de base vinílica o alquídica, que tienden a decolorarse y cuartearse antes.

Qué buscar en la etiqueta y la ficha técnica

Antes de comprar, conviene revisar la ficha técnica (TDS) y la hoja de seguridad (SDS) del producto. En ellas deben figurar términos como “100% Acrylic”, “UV Resistant” o “Mildew Resistant”. Axalta Coating Systems, en su catálogo de recubrimientos arquitectónicos, sugiere verificar también los valores de elongación, adherencia y permeabilidad al vapor de agua, indicadores clave para saber si el producto está diseñado para ambientes exigentes.

Los expertos en mantenimiento residencial de Revista Entreparedes recomiendan no saltarse el uso de imprimantes o selladores, incluso si el envase dice “pintura + primer”. Los selladores ayudan a uniformar la absorción, sellar el poro del muro y prolongar la vida útil del recubrimiento. Sin esa capa, es frecuente que la pintura forme ampollas o se desprenda por la humedad atrapada.

Recomendaciones prácticas:

Prefiera pinturas 100 % acrílicas o elastoméricas para exteriores expuestos al sol o la lluvia. Ofrecen mayor durabilidad y flexibilidad.

Use productos antimicrobianos en interiores húmedos. Benjamin Moore y Sherwin-Williams disponen de líneas diseñadas para resistir hongos y condensación.

No omita la imprimación. Un sellador compatible evita el desprendimiento prematuro.

Elija acabados satinados o semibrillo en zonas expuestas a la humedad, pues son más lavables y menos propensos a manchas.

Revise la ficha técnica y el tiempo de repintado recomendado. PPG Paints advierte que aplicar capas demasiado rápido puede atrapar humedad entre películas.

Considere el color. Consumer Reports sugiere tonos claros en fachadas muy soleadas, ya que reflejan radiación y reducen el calentamiento de la superficie.

Mantenimiento y duración

Según las pruebas de campo de Sherwin-Williams, una pintura acrílica de calidad puede durar de 8 a 10 años sin repinte, mientras que los sistemas elastoméricos pueden alcanzar más de una década con mantenimiento adecuado. No obstante, los expertos aconsejan una limpieza anual con agua y jabón neutro para evitar que la suciedad o el moho comprometan la película protectora.

La clave no está solo en la marca, sino en el sistema completo: preparar correctamente la superficie, aplicar imprimante y pintura bajo condiciones controladas (sin exceso de humedad ambiental ni radiación directa), y seguir las instrucciones del fabricante. Con estas precauciones, el color y la protección pueden mantenerse intactos durante años, incluso en los climas más exigentes.