Cimentación, la base de una buena construcción
Para lograr una construcción de calidad se debe tener algo más que cálculos, planeación y equipo humano. Se necesitan buenos cimientos, que son la base de toda casa o edificación. Así lo confirma el arquitecto Víctor Raúl Martínez, miembro de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, quien asegura que “un proyecto sin cimientos no sirve”.
Pero ¿qué son los cimientos y qué función cumplen en las construcciones? El ingeniero civil y arquitecto, Diego Fernando Gómez, explica que el sentido básico de la cimentación es transmitir las cargas básicas al terreno. “Es la que soporta el peso, tanto la carga muerta, que es lo que pesa el edificio, como la viva, que es el uso que va a recibir, es decir, las personas y los muebles”, anota.
Pero para que los cimientos queden bien hechos se necesita tomar en cuenta varios factores. Algo fundamental, según Martínez, es conocer en qué tipo de suelo se realizan las construcciones, pues “el de Cali en general es muy inestable y con mucho riesgo de sismos”. En eso coincide Gómez, quien agrega que otro factor vital es la altura sobre el nivel del mar del lugar donde se construye.
Las cimentaciones pueden ser superficiales o profundas. Tal como lo aclara Gómez, se habla de las primeras, “cuando los suelos son cercanos a la superficie y tienen capacidad para soportar la carga. Por ejemplo, una casa de un piso o dos requiere una cimentación superficial”. Al respecto, el arquitecto Francisco Ramírez, presidente de la Sociedad Colombiana de Arquitectos explica que en las casas “lo usual es utilizar muros de carga mejorados con columnetas. También se recurre a una viga de zapata corrida, que es más ancha que los muros”.
En algunos casos, existe la opción de hacer una losa de cimentación, conocida como losa flotante, que tiene como principio poner la construcción sobre una superficie (la losa) que trabaja como un planchón flotando sobre el terreno”, dice.
Por otro lado, cuando el estrato superficial del suelo no es suficientemente resistente o la carga es muy alta, como ocurre en la construcción de grandes edificios, se requieren cimentaciones profundas. “En esos casos se debe buscar apoyo a mayor profundidad, por ejemplo, a 5, 10 o hasta más metros”, advierte el arquitecto Gómez.
Los sismos, el gran problema
Los principales problemas que pueden afectar los cimientos son los sismos. Por eso, el arquitecto Gómez aclara que “hoy las edificaciones tienen que aislarse del suelo para que el edificio no sufra por los movimientos telúricos”.
Por fortuna, existen los aislantes sísmicos, que permiten que la estructura no quede directamente apoyada en el terreno, sino en estos aislantes, que actúan como una especie de amortiguadores. “Así, cuando haya un sismo, no todo el movimiento se va a transmitir al edificio y la construcción se moverá menos”, explica Gómez.